Y ante el viejo impostor del éxito y el fracaso el viejo lema almogávar: «A mayor enemigo más corta espada». Ni un paso atrás.
Parece que en el tiempo de la confusión asistimos a la inversión de los roles. La respuesta judicial no puede ser invadir el espacio del legislador
No vamos a apoyar el engaño masivo del Gobierno a los españoles trasladando el déficit de la Seguridad Social al Estado
Para ello las empresas, los autónomos, las locomotoras de la economía necesitan algo más que ayudas, simplemente que no se les haga la vida imposible, oxigeno, capacidad de adaptación y que no se les esquilme y saquee con impuestos elevados, burocratización, tasas y cargas sociales exorbitantes.
Y por ende no es lugar para ajustar cuentas, plasmar cuitas políticas o publicitar relatos, como aparece en la bochornosa exposición de motivos impropia de una democracia saludable.